
El gobierno del presidente Donald Trump anunció ayer martes 2 de diciembre la suspensión inmediata de todas las solicitudes de inmigración presentadas por ciudadanos de Venezuela, Cuba, Haití y otros 16 países no europeos, cuya posibilidad de viajar a Estados Unidos ya había sido restringida a principios de este año.
La medida, formalizada mediante un memorando del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), paraliza por completo los trámites de residencia, ciudadanía, aprobaciones, denegaciones y hasta la realización de ceremonias de juramento de personas originarias de esos países.
De acuerdo con el documento, todos los inmigrantes afectados deberán “someterse a un proceso de revisión exhaustiva”, parte de una reevaluación general destinada a analizar posibles amenazas a la seguridad nacional y pública, así como cualquier otro motivo de inadmisibilidad o inelegibilidad.
Fuentes del USCIS señalan que la suspensión es una medida provisional, mientras la administración elabora nuevas directrices sobre los procesos de verificación para solicitantes provenientes de naciones consideradas de “alto riesgo”.
La normativa cita como antecedente el ataque armado ocurrido la semana pasada en Washington D.C., en el que dos miembros de la Guardia Nacional fueron agredidos y uno de ellos perdió la vida. Por ese hecho fue detenido un ciudadano afgano, quien había colaborado con las fuerzas estadounidenses en Kabul y que ingresó a Estados Unidos en 2021 bajo un programa de protección especial implementado tras la retirada militar de Afganistán.
La Casa Blanca no ha precisado cuánto tiempo durará la suspensión ni si se ampliará a otras naciones.





