
Con el objetivo de solucionar el congestionamiento vial en la Autopista México–Puebla, el gobernador Alejandro Armenta presentó una serie de propuestas de infraestructura durante un evento oficial, destacando la construcción de un nuevo distribuidor vial en el extremo poniente de la ciudad.
El mandatario estatal calificó el tramo como un “cuello de botella” que afecta diariamente a miles de poblanos, por lo que su gobierno impulsará un conjunto de obras clave para mejorar la movilidad en la región.
Distribuidor vial tipo trébol
La propuesta principal contempla la edificación de un distribuidor vial conformado por cuatro gasas que se conectarán en forma de trébol, a la altura de la planta armadora Volkswagen. Esta infraestructura permitirá que los automovilistas puedan realizar retornos sin necesidad de incorporarse al segundo piso de la autopista.
Armenta señaló que la obra será financiada por PINFRA, la empresa concesionaria de la caseta, ya que cuenta con los recursos para ejecutarla, sin requerir inversión estatal directa.
Ampliación en el oriente: caseta de Amozoc
En el extremo oriente de la capital, se prevé la ampliación y modernización de la caseta de Amozoc, añadiendo más carriles a la doble vía, lo que facilitará el ingreso de vehículos y reducirá tiempos de espera.
Corredor de bulevares para el norte
Finalmente, se está evaluando la creación de un corredor de bulevares en el norte de la ciudad. Esta medida busca redistribuir el tránsito proveniente de las colonias aledañas, aliviando la carga vehicular dentro de la autopista.
Con estas acciones, el gobierno estatal busca avanzar hacia una ciudad con mayor fluidez vial, donde el tiempo de traslado de las y los ciudadanos se reduzca significativamente.